Terapia Holística

Holístico es un término que considera algo como un todo, esto es, que considera de forma global e integral.

La Terapia Holística es un tratamiento complementario, no invasivo que se ocupa de la salud de la persona como un ente integral y en su totalidad, esto es, cuerpo, mente y espíritu. La terapia Holística utiliza varios tipos de terapias complementarias como, por ejemplo: Reiki, PNL, Biomagnetismo, Biodescodificación, Flores de Bach, Constelaciones Familiares, acupuntura, alimentación macrobiótica, meditación, actividad física, entre otros, para restaurar el bienestar integral de la persona.

En la terapia holística una situación inesperada que causa malestar, un dolor del cuerpo o una enfermedad se analiza de forma total o integral. Por ejemplo, si tengo un dolor de estómago, no solo se considera el estómago donde se presenta el malestar, sino también se analiza cual puede ser el origen de ese dolor, para llegar a una solución holística a ese síntoma.

Entonces esta terapia no analiza a la persona por partes separadas que pueden dividirse, a lo contrario la terapia holística analiza a la persona en su totalidad, esto es, mente, cuerpo y espíritu como una sola entidad.

Este tipo de terapia entiende que una persona es responsable 100%, de manera inconsciente, de un síntoma o enfermedad generada en el cuerpo debido a cualquier tipo de desequilibrios, como, ambientales, sociales, físicos, emocionales e incluso espirituales, por lo cual el terapeuta pasa a ser un mentor que va guiando a la persona para tratar y prevenir los diferentes síntomas en el cuerpo que pudieran llegar a afectar el bienestar físico. Entonces, un terapeuta holístico conoce y aplica una o más técnicas llamadas terapias complementarias no invasivas.

La terapia holística toma en cuenta, además, la forma de alimentación, el tipo de actividad física, la fe de una persona dentro de cualquier religión o no.

La terapia Reprograma-T es una terapia holística sistemática y práctica donde se combinan muchas terapias no invasivas complementarias para alcanzar un equilibrio entre la mente, el cuerpo y la parte espiritual del consultante; llevando a la práctica los conceptos aprendidos en todos los ámbitos que la persona se desenvuelve como, por ejemplo, con la pareja, la familia, el trabajo, mientras conduce o camina por la calle.

Esto se debe a que cada experiencia que tenemos nos genera una emoción o sentimiento, que no aporta bienestar a nuestro cuerpo, además cada situación que vivimos que nos genera ira, culpa, frustración, etc. es un mensaje que algo debemos concientizar o debemos poner atención para aceptarlo, perdonarlo y trascenderlo; una vez que hacemos consciente las emociones o sentimientos dejamos de repetir situaciones que generan las mismas emociones o sentimientos perjudiciales para nuestro cuerpo.