La biodescodificación es una herramienta práctica de acompañamiento emocional complementario y no invasivo.

La biodescodificación es una herramienta práctica de acompañamiento emocional complementario y no invasivo que ayuda a liberar el estrés de un conflicto que sucedió en el pasado a través de reconocer sensaciones corporales y emociones que no son conscientes para llenar la necesidad descubierta y responsabilizarse de la manera con la que tomamos las situaciones. Y así aprender a vivir de manera consciente.

Es muy importante saber que esta herramienta de acompañamiento no sustituye a ningún tratamiento médico, terapéutico o psiquiátrico. Se trata de un complemento que integra cuerpo, mente y espíritu que invita a la persona a descubrir un camino de autoconocimiento, reflexión y a lograr un bienestar personal. El consultante escoge libremente este acompañamiento para su bienestar emocional. De esta manera estaremos adoptando un estilo de vida.

La biodescodificación trabaja en el inconsciente ya que toda la información se encuentra almacenada en esta parte de nuestro cerebro, de hecho, muchas filosofías sostienen que en nuestro inconsciente está grabada la información desde el origen del universo, en algunas filosofías lo llaman archivos akáshicos. A través del acompañamiento el terapeuta accede a la información de manera sencilla y paulatina para llegar a los diferentes eventos que ocasionaron un conflicto y que siguen afectando hasta la actualidad de distintas maneras, por ejemplo, discusiones, malestares físicos, falta de ánimo, sobrepeso, etc.

Pongamos un ejemplo: te levantas por la mañana y con mucha emoción te prepares para realizar tu rutina de ejercicios y una vez que concluyes esta actividad se active un fuerte dolor de hombros que normalmente lo atribuimos al ejercicio realizado, sin embargo, este dolor se intensifica durante el día llegando a la noche con un dolor insoportable.

En este ejemplo la biodescodificación invita a la persona a la reflexión, esto es, que paso durante la jornada de ejercicios, que miró, que sintió, que estaba pensando mientras realizaba los ejercicios la persona. Digamos que la persona durante los ejercicios estaba pensando en todas las actividades que le esperan durante el día, las actividades propias que debe realizar y adicionalmente todas las actividades que se comprometió, porque no puede decir que no, con varios amigos que va a ayudarles y no le queda tiempo para sus actividades personales.

En este punto entra el conflicto, que no fue consciente, que causa estrés y se manifiesta como dolor.

Y es ahí donde entra el acompañamiento a revisar que paso en el momento anterior para descubrir el evento que sucedió muchos años atrás y cambiar la percepción de lo que sucedió para librar las emociones y sentimientos que causaron el conflicto.

De esa manera comenzamos a dar importancia a las diferentes sensaciones del cuerpo, por ejemplo, me duele la cabeza, tengo ulceraciones en la boca, me duele la espalda baja, tengo dolores de hombro, dolor de estómago a diario antes de ir a mi trabajo, se descompone con facilidad mi estómago, temperatura, carraspera en mi garganta, debido a que los síntomas físicos tienen su origen en nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, nuestra manera de percibir la vida, la manera que suelo vivir los conflictos y mi posición frente a los conflictos, todo esto hace que la persona interprete o perciba un determinado evento de una manera y de eso depende la intensidad de los síntomas.

Otro ejemplo puede ser que con solo imaginar que está pasando algo en mi contra con mis compañeros de trabajo, automáticamente cambia mi relación con esas personas, se descompone mi estómago, tengo dolor de pecho, sin embargo fue solo una imaginación puesto que posiblemente esas personas no han hablado nada, fue solo una imaginación. Y eso da paso a emociones de miedo, tristeza, ira, rabia, enojo y estas emociones se manifiestan en el cuerpo.